Wednesday, June 28, 2006

Un España-Francia de la copa del mundo, desde Francia...

No tengo que volver a recordar el resultado del partido de ayer, todos lo conocemos, todos lo hemos visto una y otra vez en todos y cada uno de los medios de comunicación existentes. Lo que sin embargo la mayoría no saben es lo que significa vivir en Francia, tener muchos amigos franceses, ser un futbolero, y tener que vivir la derrota del equipo español rodeado por los cuatro costados de franceses...

Desde ayer a las 22:58h hasta esta mañana a las 11:25 he recibido ni más ni menos que 16 llamadas, 13 SMS y 8 mails por el famoso partido... El calvario empieza en la casa de mi amigo Francesc, en plena Toulouse, donde unos 35, mezclados entre españoles y franceses, nos juntamos para ver los octavos de final de la copa del mundo. Al final del partido comienzan las primeras "felicitaciones" entre sarcásticos cánticos de "que viva España, lalala...". Y a partir de ese momento el teléfono no para de sonar y sonar... Más y más felicitaciones... Al principio uno aguanta pero poco a poco te empiezan a tocar los xxxx. De camino con mi coche español hacia la emblemática Place St.Pierre de Toulouse, decenas de coches me hacen luces, me tocan el pito, me cantan en los semáforos... bufffff... Por suerte dejo el coche algo alejado de la susodicha plaza, donde me reúno con unos amigos. Más y más franceses siguen felicitándome... Al cabo de media hora decido volver a casa, tanta Marseillaise, tanto chovinismo empieza a hacerme sentir mal... El que es futbolero, siente esto como un duro golpe, y viviendo en Francia el efecto se cuatriplica...

Hoy en el trabajo más de lo mismo, prácticamente no he conseguido trabajar en todo el día, todo el mundo viene a verme, tooooodo el mundo desfila por delante de mi oficina... Me cuelgan un gallito francés en la puerta... ¡Buffff, qué día, qué día...! J'en ai marre !!!

En el fondo nos lo tenemos merecido, desde el primer partido nos auto-proclamábamos campeones del mundo, el mejor equipo del mundial. Desde los periódicos deportivos españoles se le estaba jubilando a Zidane, y el último gol de Zizou en el último minuto hace daño, mucho daño, pone el dedo en la herida... Menos "chambrer", menos caperucitas... El supertoro español se ha quedado otra vez en ovejita, algún día entenderemos que hay que ser humilde y que esto del fútbol no es tan sólo jugar con el pecho bien hacia afuera.
 
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